El personal técnico de juventud ante la autoestima de los/as jóvenes
El Personal Técnico de Juventud (en adelante PTJ), aunque de manera informal, también es un educador, y puede ser un punto de referencia importante para los/ as jóvenes. Es importante que el PTJ reflexione acerca de la necesidad de introducir en su relación con el colectivo juvenil y en sus proyectos, contenidos y estrategias que ayuden a trabajar y a desarrollar el auto-conocimiento y la autoestima.
Cada vez más, nos damos cuenta de la necesidad de volvernos más observadores con respecto a las habilidades personales y sociales de los jóvenes de nuestra localidad. Hemos establecido pautas para mejorar nuestro análisis y nuestra comunicación con ellos y ahora iremos un poco más allá: Ofrecemos estrategias para que el PTJ, desde su privilegiada posición, aprenda a detectar indicios de una autoestima sana o desequilibrada en los jóvenes usuarios de sus programaciones y para poder ofrecerles su ayuda desde su posición de agente de desarrollo juvenil.
La adolescencia es uno de los períodos más críticos para el desarrollo de la autoestima: Es la etapa en la que la persona necesita hacerse con una firme IDENTIDAD: saberse individuo distinto a los demás, conocer sus posibilidades, qué limitaciones debe superar, su talento y sentirse valioso como persona que avanza hacia un futuro. Son los años en que se pasa de la dependencia a la independencia y a la confianza en sus propias fuerzas. Es una época en la que nos enfrentamos con no pocas cuestiones básicas: La vocación profesional, los planes para ganarse la vida, la independencia de la familia, la capacidad para relacionarse con el sexo opuesto, la propia escala de valores y antivalores… A estos procesos hay que sumar todos aquellos conflictos de la niñez que no se hayan resuelto y que surjan de nuevo, conflictos que habrá que afrontar también.
En la «crisis de identidad» de la adolescencia, el joven se cuestiona automáticamente, incluyendo la opinión que de sí mismo ha adquirido en el pasado. Puede rebelarse y rechazar cualquier valoración que le ofrezca otra persona, o puede encontrarse tan confuso e inseguro de sí mismo que no haga más que pedir a los demás aprobación y consejos de todo tipo. Sea cual fuere su aproximación a su nueva identidad, el adolescente pasará inevitablemente por una reorganización crítica de su manera de apreciarse con el consiguiente cambio en su autoestima.
Una autoestima sana es uno de los recursos más valiosos del que puede disponer un adolescente. Un adolescente con autoestima aprende más eficazmente, desarrolla relaciones mucho más gratas, está más capacitado para aprovechar las oportunidades que se le presenten, para participar del trabajo colectivo, para trabajar productivamente y ser autosuficiente, posee una mayor conciencia del rumbo que sigue. Y lo que es más, si el adolescente termina esta etapa de su vida con una autoestima fuerte y bien desarrollada, podrá entrar en la vida adulta con buena parte de los cimientos necesarios para llevar una existencia productiva y satisfactoria.
Un joven con autoestima…
- Actuará independientemente
- Asumirá sus responsabilidades
- Afronta nuevos retos con entusiasmo
- Estará orgulloso de sus logros y los reconocerá
- Demostrará amplitud de emociones y conocimientos
- Tolerará bien su frustración
- Se sentirá capaz de influir en otros
Algunos Indicadores que nos ayudan a ver problemas de autoestima en los/as jóvenes
- Habla negativamente de si mismo/as y de sus logros
- Se enorgullece poco o nada de su apariencia
- Demuestra poca imaginación o le cuesta aportar ideas
- Le cuesta participar y trabajar en grupo
- Le cuesta comunicarse con facilidad
- Buscará con frecuencia el elogio y aprobación
- Hará alardes cuando no sea el momento
- Se adaptará a las ideas del otro
- Tiende a clasificar a los demás de un modo simple
- Elude afrontar responsabilidades
- Sus habilidades son limitadas en algunas áreas
- Le cuesta controlar sus emociones
- Puede ser muy exigente o terco/a
- Se organiza mal
- No tiene expectativas
- Elude el contacto físico
¿Qué puede hacer el PTJ ante estos indicadores? Las estrategias e ideas que presentamos a continuación pueden ser de ayuda para que los técnicos de juventud tengan más en cuenta el desarrollo de la autoestima en los jóvenes que solicitan información, que participan o intervienen en los proyectos y acciones juveniles…
1.-Piensa y distingue claramente con que fuerzas y recursos cuentas para ponerlos al servicio de los/as jóvenes.
2.-Presta a los/as jóvenes toda la atención personalizada que se merecen.
3.-Valora cada intervención, cada participación, elógialas de manera correcta.
4.-Demuéstarles afecto y respeto por sus ideas, sus tendencias, la expresión de sus intereses y necesidades.
5.-Resalta las cualidades especiales que demuestran. Invítale a que desarrolle sus esas habilidades participando en un proyecto juvenil.
6.-Invita a la jóvenes a que te ayuden gestionando proyectos jóvenes y procura el desarrollo de sus destrezas dentro de grupos de trabajo. Dales responsabilidades.
7.-Ayuda con tus proyectos a la formación de jóvenes en aspectos relacionados con las habilidades personales y sociales.
8.-Procure que tu gestión sea un fomento del espacio personal y de la autonomía de los jóvenes de tu localidad.
Sólo una vez que aprendamos a conocernos primero, a comprendernos luego y a valorarnos como personas, podemos ser conscientes y ayudar en el desarrollo del auto-concepto y la auto-estima en los demás.
El PTJ debe comprometerse a su propio desarrollo personal a través de la búsqueda, la formación, la investigación y una actitud abierta hacia el desarrollo personal y profesional.